A propósito del caso de la joven testigo de Jehová gravemente enferma que rechazó una transfusión
La noticia de que una mujer de 20 años que profesa esa fe podía morir por rechazar ser transfundida ha eclipsado la evolución posterior favorable de la paciente, según leemos en El Diario. A propósito de este caso, J.C. Arcos repasa en El Heraldo los fundamentos de ese rechazo y describe el recorrido de la casuística en España. Por su parte, en Diario Médico, Juan Siso analiza la cuestión desde el punto de vista de los derechos del paciente, señalando que se trata de un tema de profundo calado pues se trata nada menos que de fijar los límites constitucionales de la intervención del Estado sobre los ciudadanos